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Olvidamos muy pronto la mayor parte de la información que aprendimos
mecánicamente, año tras año, en la escuela. En cambio, lo que
aprendemos por medio de nuestras relaciones con otras personas, de
manera vivencial, en un intercambio social y afectivo,
permanece con nosotras de por vida. «El amor, o su ausencia,
transforma la mente infantil para siempre», declaran los psiquiatras
Lewis, Amini y Lannon recordando los experimentos de Harlow (monos).
Esto
no le sucede solo a los bebés: en su libro Aprender en libertad,
Peter Gray nos recuerda que la
ansiedad y el estrés ponen coto a la creatividad y la búsqueda de
soluciones alternativas, e inhiben el aprendizaje en niños y también
en adultos. El distrés (el estrés que está
asociado a la ansiedad y que nos resulta desagradable) tiene un
efecto negativo sobre nuestra inteligencia emocional, sobre nuestras
relaciones y nuestra capacidad para tomar decisiones.
Solo
se puede amar lo que se conoce.
Amar es prestar atención. Observar. Escuchar. Al atender a otra
persona con todos nuestros sentidos, en nuestro cerebro se activan
las mismas neuronas que en el suyo. Nos transformamos mutuamente. La
filósofa Simone Weil consideraba la atención como un rasgo
esencial del amor.
Tres
rasgos que para Carl Rogers, uno de los creadores de la psicología
humanista, conforman una relación de ayuda o de cuidado: la
aceptación, la autenticidad y la empatía.
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Romper
la asimetría que
existe entre profesores/as y alumnos/as. En
el aprendizaje colaborativo el conocimiento es construido,
descubierto y transformado por todos/as los participantes.
El esfuerzo del trabajo colaborativo pretende proporcionar
herramientas y desarrollar las competencias, habilidades y la
creatividad dentro de un contexto de trabajo donde
la enseñanza es asumida como una continua investigación y
reconfiguración de procesos, métodos y habilidades.
En
este contexto el
profesor debe desempeñar en la medida de lo posible un rol menos
directivo y unidireccional
no solo en su transmisión del conocimiento, sino también en la
gestión del grupo. Este actuará
como facilitador, orientador y coordinador
ayudando al grupo:
-
A resolver conflictos
-
Gestionar sensibilidades
-
Proporcionar recursos
-
O actuar como mediador temporal compartido entre otras muchas funciones.
Los
profesores/as no serán meros transmisores de conocimiento
para ser más diseñadores de experiencias compartidas entre los
estudiantes.
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